martes, 8 de abril de 2014



ENCARGO FINAL

Hija, cuando yo muera, quiero
pedirte no me den una  urna negra,
que sea, nácar, blanca o rosada,
que la sillas sean blancas y los cirios
hermosos que me vistan de rosa o de
blanco ,como un día soñé que  vestiría en
al celebrar la fiesta de mis 15 años…

Cúbreme mi cabeza con un velo
que esconda mis canas blanquecinas
y píntame suave como niña que apenas
aflora sus encantos ponme un vestido
rosa bien bonito o un lique blanco que
recuerde, que aunque muera me iré
feliz con mi alma blanca…

Que no vengan aquellos a llorar,
esos seres que en vida lastimaron
mis sentimientos de mujer y madre
no es hora de venir a recrearse
con este ser que mucho amor un día
dio su vida y su amor para criarles…

Lléname la casita de mi madre, de
rosas, blancas y rosadas y de esas flores
tan bonitas , estrellas de belén que me
gustaban, sé que con su perfume aliviaran
ese dolor que tal vez en algunos amigos
me profesen…

Hija, sé que me iré tranquila bendiciéndolos
porque al irme descansare de ese destino
que me tocó vivir, y sé que no van a llorar
por mi partida, será el final de una vida que
que sin querer les marchite porque a veces
el exceso de amor, siembran heridas…

Hija, cuando yo muera, guarda mis restos
al lado de mis viejos, así estaré por siempre
acompañada en ese triste lugar del camposanto
donde siempre se olvidan del que muere,
pon en mis manos el cristo de mi padre y
sonríe feliz al despedirme, porque mi espíritu
siempre estará pendiente de mis hijos .




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